La voz de María

 

Padre Javier Leoz

 

¿Nos hemos parado a pensar, de vez en cuando, qué tonalidad y cómo sería la voz de María? Alguien, con mucha razón, dijo que "la voz de María tiene el color de cada alma, el sonido de las cuerdas vocales de cada creyente y la dulzura del paladar que sabe saborear la palabra: María"

*La voz de María era suave. No quería imponerse a la gran voz de Dios.

*La voz de María era sencilla. Sólo entendía y comprendía que era instrumento en las manos de Dios

*La voz de María era, ni más ni menos, que una melodía en los labios de Dios.

Estamos en la Pascua. El mes de mayo, dedicado a la Virgen María, nos invita a proclamar la presencia de Jesús muerto y resucitado.

No podemos contentarnos con una adscripción en una determinada religión. ¿Cómo es nuestra voz? ¿Nos dejamos sentir, como cristianos, allá donde estamos? ¿Qué timbre tiene nuestra voz? ¿Suave u ofensiva? ¿Humilde u orgullosa? ¿Sencilla o complicada? ¿Grave o estridente? ¿Comprometida o indiferente?

La voz de María sigue estando presente en la voz de todos sus hijos e hijas que, como Ella, decimos un ¡fiat! ¡hágase!

Por el contrario, silenciamos la voz de María, cuando ponemos sordina al evangelio, cuando no damos la talla como católicos, cuando no defendemos aquellos valores que el cristianismo puede aportar a nuestra sociedad.

¿Silenciamos o somos altavoz de María?

Dejamos, ante la figura de María, este micrófono. Quiere simbolizar nuestro deseo de manifestar públicamente los sentimientos de la Virgen: ¡Nada ni nadie como Cristo!

Fuente:  autorescatolicos.org