El Tacto de María

 

Padre Javier Leoz

 

Dice un viejo proverbio: "sobran manos y falta tacto". María sobresalió, con dos simples manos, por su delicadeza y su tacto para cumplir y llevar a cabo el pensamiento que Dios tenía sobre ella.

¡Nunca, dos manos, hicieron tanto! ¿Qué hacemos con las nuestras?

La Virgen tuvo ese sentido del tacto para comprobar la textura interior de un Dios que le exigía lo aparentemente imposible.

*El sentido del tacto para tocar la forma de un Dios humanado.

*El tacto para comprobar la dureza de ser Madre al pie de la cruz.

Para nosotros, contemplar a María en este marco de la Pascua, es darle la enhorabuena por esa intuición que tuvo desde el anuncio del ángel hasta el mismísimo día de Pentecostés. ¡Tuvo tacto para las cosas de Dios y, Dios, fue su gran lotería!

-Sin Ella no hubiera existido la noche más feliz de Belén

-Sin Ella no se hubieran molestado en desplazarse tres regios personajes

-Sin Ella no hubiera habido vino bueno en Caná

Demos gracias a Dios, por el tacto divino de María. Que también nosotros,,  presentemos a Dios estos guantes blancos. Con ellos queremos simbolizar nuestro deseo de vivir, trabajar, sentir y actuar con la misma sensibilidad de la Virgen María.

Fuente:  autorescatolicos.org