La Virgen María Madre y Maestra Espiritual

 

Padre Tomás Rodríguez Carbajo

 

 

“1.- La Virgen María Madre Espiritual.


• Hay dos planos en nuestra vida: el Material y el espiritual.
• En cada uno de los planos tenemos una madre. “Madre sólo hay una”.
• En el plano material el campo materno siempre es reducido, aunque se tengan muchos hijos en comparación con el número de personas existentes.
• En el plano espiritual hay una sola Madre para todos los hombres, la razón de esta maternidad está en que María es nuestra Madre Espiritual, porque es la Madre material del Único Redentor de todos los hombres, Cristo.
• María comenzó a ser nuestra Madre en el momento que engendró al Hijo de Dios en su seno..Él iba a ser la Cabeza del Cuerpo Místico de Cristo, de la Iglesia y como dice San Agustín “la madre de la cabeza es la madre del resto del cuerpo”
• María fue proclamada nuestra Madre al pie de la cruz: “He ahí a tu hijo”.”He ahí a tu madre”. En Juan estábamos representados todos los hombres.
• María comenzó a ejercer su maternidad espiritual el día de Pentecostés, cuando aparece ya en público la Iglesia, comenzándose a cumplir el mandato de Jesús: “Id y haced discípulos de todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”
• La vida espiritual tiene unos lazos entre sus miembros muchos más estrechos que los lazos de la sangre de la vida material. Jesús nos dice: “Mi madre y mis hermanos son aquellos que hacen la voluntad de mi Padre”. En el reino de los cielos de nada valen los vínculos de la sangre, si no existen los vínculos espirituales, que nos son dados por hacer la voluntad de Dios. Los lazos de la sangre se nos dan sin que tengamos ninguna intervención nuestra, los vínculos de la vida espiritual, con la ayuda de Dios, dependen de nuestra libre voluntad.
• María es madre natural de Jesucristo, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, quien tomó carne humana en su seno y es Madre espiritual de todos los hermanos que forman la Iglesia, quienes están bautizados y creen en Jesucristo como Salvador, por eso el 21 de Noviembre de 1964 en la sesión de clausura de la tercera etapa conciliar fue clamorosamente acogida la Declaración hecha por Pablo Vl : “Así, pues, para gloria de la Virgen y consuelo nuestro, Nos proclamamos a María Santísima “Madre de la Iglesia”, es decir, Madre de todo el Pueblo de Dios, tanto de los fieles como de los pastores que la llaman Madre amorosa, y queremos que de ahora en adelante sea honrada e invocada por todo el pueblo cristiano con este gratísimo título”.
• Los cristianos siempre han tenido a Marí como Madre, han acudido los niños a su regazo, los jóvenes teniéndola como modelo, los adultos por confidente, los enfermos invocándola en busca de salud, los pecadores refugio y los afligidos consuelo.
• María ha cumplido siempre su papel de Madre, algunas personas santas, cuando perdieron a su madre de la tierra, acudieron a María para que a partir de entonces cumpliera el doble oficio de madre, sustituyendo a la de la tierra.
• Al término madre le corresponde el de hijo, Ella ha cumplido siempre su papel a la perfección, nos corresponde a nosotros el de comportarnos como hijos. Que no se nos queje a nosotros como cuenta una leyenda monacal de que siempre que un cierto monje pasaba por delante de una imagen de María rezaba “Muestra que eres mi madre”; un día oyó que la imagen le decía :”Muestra que eres mi hijo”
• En la oración de la Salve en primer lugar la reconocemos como Reina por su condición de ser la Madre del Rey, Cristo, e inmediatamente se le llamamos Madre de misericordia, pues, nuestra condición de hijos es de necesitados de amor y compasión.
• Muchas son las imágenes que llevan en su regazo o en sus brazos la imagen de su Hijo Jesús, en él siempre Ella nos ve a nosotros desde que Jesús en la cruz nos dejó en herencia.

2.- La Virgen María Maestra Espiritual.


• Muy relacionado con el título de María Madre está el de Maestra, pues, los educadores natos de los hijos son los padres y , cuando ellos no pueden o no saben, se los confín a los maestros.
• Todos los alumnos tiene como un prurito el tener unos maestros eminentes. ¿Quién se puede equiparar en valía, aparte de Jesús, a María ¿.
• María ejerció su papel docente con Jesús, pues, al ser además de verdadero Dios era también verdadero hombre, esta condición exigía un aprendizaje, ya que nadie nada aprendido. Nos dice el Evangelio que Jesús “crecía en edad y gracia ante Dios y los hombres” (Lc.2,51-52).
• María no ha escrito ningún manual para enseñar, no sabemos que impartiera clases; pero sí sabemos que aparte del ejemplo, que es la lección más fácil de entender y nadie como Ella es ejemplo a imitar en el amor a Jesús, sí nos dejó una lección resumen de toda su enseñanza, no es larga y difícil de memorizar, sino que es breve y fácil de entender, en ella se encierran muchos manuales escritos por los hombres, la tenemos en el Evangelio y la dictó en medio de la alegría y regocijo de una boda, en Caná de Galilea, cuando dijo a los criados: “Haced lo que Él os diga” (Jn.2,5). Decimos que lo buenos, breve es dos veces bueno, pues, en esta frase encontramos resumidas todas las enseñanzas para seguir a Jesús. No encontramos ninguna lección tan densa y al mismo tiempo tan breve.
• Los padres son los educadores natos y nadie como ellos pueden educar a sus hijos, tienen un aprendizaje no conseguido en los libros, sino que lo da el amor, nadie como ellos aman a sus hijos. Hay cosas que no se ven y se entienden con el corazón, son las “corazonadas “, que no se fundamentan en razones, sino en el amor.
• A María la invocamos como “Trono de la Sabiduría”, ninguna criatura como Ella supo y entendió tanto de Dios, por eso tiene la mayor autoridad moral para enseñarnos el camino que lleva a Jesús.
• Los cristianos de Oriente en una de las cuatro clases en que dividen los Iconos de la Virgen está el grupo llamado Hodighitria ( que muestra el camino), la Madre de Dios mira al espectador en un gesto lleno de majestad, y con la mano derecha muestra al Niño que lleva sobre el brazo izquierdo, quien se ha declarado “Camino, Verdad y Vida”. El vestido del Niño, sombreado de oro, nos recuerda su divinidad. Jesús, posa aquí como un adulto, lleva el rollo de las Escrituras y bendice con su mano derecha, aparece de enfrente lleno de grandeza y dignidad. Según la tradición está inspirado en el primer icono de la Virgen que pintó San Lucas. (Bruno Pujol).