María modelo de fe y paciencia

Jesús Alberto Rangel C.

 

En nuestro diario caminar cuantas situaciones se nos presentan que nos llevan a dudar a veces de la fe que decimos profesar. O cuando se nos presenta una situación adversa a la que deseábamos entramos en un conflicto en el que nos parece que hemos estado engañados, que la vida parece no tener sentido que vamos por un rumbo equivocado y en nuestro interior una fuerza interior nos induce a desconfiar a dudar a decaer en la fe. La muerte prematura de un ser querido, la enfermedad, la agonía, la situación económica o tantas otras situaciones que nos llevan a pensar por qué a nosotros?.

Ante estas o muchas otras situaciones María se nos pone como ejemplo, pues ante todas las adversidades que pudieran presentársele a lo largo de su vida, nunca dudo del primer anuncio del ángel. Cuando el enviado de Dios entra en su presencia, además de anunciarle que va a ser la madre de Jesús, le comunica también que su prima Isabel está encinta, por lo que María decide inmediatamente encaminarse a ayudarla. Al encontrarse estas dos mujeres, Isabel exclama: “De donde a mi que la Madre de mi Señor venga a visitarme…dichosa tu que has creído porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá” Que maravilloso encuentro de fe nos narra el evangelista en esta visita de María a Isabel.

Ciertamente María fue una mujer que creyó firmemente las palabras del Angel, aunque durante toda la vida de su hijo, sintió el silencio de Dios. Todos los acontecimientos que vivió eran como una prueba de fe, como para que dudara del anuncio recibido, pero JAMAS DUDO.

El día de la anunciación se le presentó un caminar brillante, lleno de prodigios. El Angel le dijo cinco cosas maravillosas:
Alégrate llena de gracia, el Señor esta contigo.(Lc. 1,28)
Tendrás un hijo, le pondrás por nombre Jesús (Lc. 1,31)
Será Grande, Hijo del Altísimo(Lc.1, 32)
Será Rey, ocupará el trono de David su padre
Su reinado no tendrá fin.

Como tal sonaron muy bonitas las promesas, pero resulta que la realidad se comenzó a presentar a simple vista muy diferente. A la hora del parto. No encontraba sitio para dar a luz a su hijo y tuvo que hacerlo en una pesebrera, en medio de animales (Lc. 2,6)

A los cuarenta días llevan al niño a Jerusalén para presentárselo al Señor(Lc. 2,22) pues estaba escrito en la ley: “Todo primer hijo varón será consagrado al Señor” Ex. 13,2. Resulta que en el Templo se encontraba Simeón, un hombre Justo que esperaba ver o conocer al Mesías y le dice a María “Esto va a ser para ti como una espada que atraviesa tu propia alma, pues este niño esta destinado a ser bandera de contradicción."(Lc. 2,35). María calla, no pregunta a Simeón el significado de aquella profecía, de aquel anuncio. Simplemente, en medio de su humildad recuerda, medita, pone en practica porque “el señor esta contigo”.

El Rey Herodes desata una violenta persecución contra los niños de la época y tuvieron que salir huyendo como fugitivos políticos de su pueblo e irse a tierras extrañas (Mt. 2,13). Luego de cierto tiempo regresan y comienzan a llevar una vida como cualquier familia normal en el pueblo. Cuando el niño tiene doce años se pierde. Los padres lo buscan angustiosamente pero al encontrarlo, ella no se enfrenta al muchacho. Una pregunta, una respuesta y un silencio. Llena de Dios va aceptando todo lo que le va ocurriendo, su fe se hace fuerte.

Durante treinta años no vio ninguna novedad en su hijo. Solo reino la monotonía y el silencio. Su hijo es un adulto, 24, 27, 28 años; su pariente Juan estaba conmoviendo a la gente, arrastrando multitudes al desierto, bautizando, predicando y Jesús, allí, ocupado tal vez en ayudar a su padre en las labores cotidianas. Cuantas veces María no se detendría a observarlo, sudoroso, dedicado a su trabajo. Observando tal vez que su hijo no se preparaba para ninguna misión, no se avecina ninguna novedad. El joven era igual a todos los demás de su época, tal vez mas meditativo, mas callado, mas estudioso, pero con las actitudes de cualquier otro.

Así María fue avanzando entre luces y sombras. Los diferentes textos evangélicos indican claramente que María tuvo que “ir comprendiendo” el misterio trascendente de Jesús mediante una inquebrantable adhesión a la voluntad de Dios que se iba manifestando en los nuevos acontecimientos.

Jesús inicia su vida publica y comienza a ser rechazado, le dan los peores calificativos, hasta llegaron a decir “esta trastocado”, esta fuera de sí”, es decir, esta loco. Y María, no hace otra cosa que ir en busca de su hijo. En aquel trayecto, haya sido largo o corto, pero que se hacia interminable y largo por la preocupación de madre era otra ocasión propicia para que ella se hubiera preguntado: ¿Será verdad lo que me dijo el Angel?, Será este el Hijo de Dios?….Pero resulta que no se preguntaba nada. Ella seguía creyendo firmemente en el anuncio del Angel, no dudo jamas.

La fe de María fue asaltada y combatida, para no sucumbir tuvo que desplegar una gran confianza y abandono en las manos de Dios. Su secreto fue este, no resistir sino entregarse.

Luego del rechazo viene la persecución, la condena, la crucifixión y ella está presente en el momento más cumbre, en la muerte de su hijo. Sabría ella en ese momento el significado de lo que estaba sucediendo en el Calvario? Que sentiría como Madre al ver a su hijo crucificado injustamente. Allí estaba la espada de la que Simeón le había hablado pero y las palabras maravillosas del Angel? Sin duda alguna este es el momento mas critico en el que ella se hubiese preguntado o cuestionado todo lo que fue la anunciación. Pero en medio de su dolor no tiene tiempo para eso mas que para su fe. Mientras otros lo burlaban y lo increpaban a utilizar los poderes que como rey debía tener, María, con su profundo dolor confiaba plenamente en los designios de Dios, en el anuncio, no dudaba.
Recibe en sus brazos los restos mortales de su hijo y como toda madre llora sobre el cuerpo ya sin vida de quien el ángel le había dicho que iba a ser grande, rey, iba a ocupar el trono de David y que su reino no iba a tener fin. Sería un sueño de niña? Que había pasado.
Tres días de incertidumbre. Solo confiando infinitamente en Dios, pues jamas dudo de su palabra, simplemente aceptó la voluntad de Dios, por eso es la mujer de fe que espera contra toda esperanza.
“Y al tercer día resucitó”. Ahora su fe la lleva a entenderlo todo. Es ahora cuando el anuncio del Angel comienza a concretarse:
Ahora si es Jesús que significa salvador
Ahora si es Grande, Hijo del Altísimo,
Ahora si es Rey, Ahora si, su Reino no tendrá fin,
Y ella continuara siendo la “LLENA DE GRACIA”,
Modelo de fe y paciencia.
En María la fe alcanza una máxima expresión:
Cree en Dios: esta con él
Creerle a Dios Lo acepta en el corazón, actúa en El.
Creer para Dios: Porque le creyó, tuvo la fuerza para mantener su fidelidad y su paciencia, su entrega total, aun cuando las circunstancias pudieron haberla llevado a dudar. En cada momento de nuestras dudas, María debe ser nuestra animadora.