La Virgen María, Simbolo

 

 

Camilo Valverde Mudarra



María, con finura intuitiva, está en el detalle. Mujer y madre notó pronto la falta del vino, que iba a ocasionar un problema a los nuevos esposos. Está pendiente de los demás y acude a remediar la situación. Conoce a su Hijo y entra en oración; va y le pide, le ruega:



Y como faltase el vino, su madre le dijo a Jesús: “No tienen vino”. Jesús le contestó: “¿A ti y a mí qué, mujer? Mi hora todavía no ha llegado”. La madre dijo a los sirvientes: “Haced lo que Él os diga” (Jn 2, 3-5).



María es símbolo del Israel que ruega a Jesús que traiga los tiempos nuevos, como también los criados que harán lo que Él les diga, Israel ha de olvidarse de la vivencia antigua, hacer lo que dice Jesús y aferrarse a la novedad mesiánica. Si, en el relato del Génesis, Eva está con Adán y toma la iniciativa en lo que a la caída y el pecado se refiere, en el relato evangélico, la Nueva Eva incita el signo para hacer que el Nuevo Adán, tras manifestar su gloria, convoque a la nueva humanidad que habrá de gozar en la unión de su Creador, abrazando su Nueva Ley de amor. 

María es la intermediaria entre Cristo y los creyentes. Con la exhortación: Haced lo que Él os diga, suscita en nosotros los “sirvientes” la “diakonía”, la perfecta docilidad a la palabra de su Hijo, que es la verdadera actitud que entraña la alianza nueva. Es la madre intercesora “de los miembros de Jesús que somos todos, pues cooperó con su caridad al nacimiento de los fieles en la Iglesia” (S. Agustín, De Virginitate 6). 

En la frase, hay resonancias de la voz del pueblo de Israel a los pies del Sinaí el “día de la reunión”: Nosotros haremos todo lo que el Señor ha dicho (Ex 19, 8), palabras con las que aceptaba unirse a Yahvé, su Dios, como la esposa al esposo. Así, quedaba concluido el desposorio de la alianza (Ez 16, 8)

Haced vosotros también, meditando su palabra en el Evangelio, todo lo que dice Jesucristo.