Mi viaje por la segunda patria de la Santísima Virgen 

 

 

Padre Andrés García Torres

El Padre Andrés García Torres, director espiritual de nuestra Revista, ha querido compartir con los lectores su experiencia a través de las actuales tierras de Turquía, con un relato sobre los acontecimientos que tuvieron lugar en aquellos lugares, la situación que hoy atraviesan la mayor parte de ellos y una reflexión al respecto 

Quiero contar a todos los lectores de Cristiandad la experiencia que he tenido al visitar Turquía entre los días 14 y 21 de febrero del presente año 2001, ha sido un viaje de promoción de una agencia de viajes que organiza peregrinaciones, he sido invitado en compañía de otros 19 hermanos y compañeros sacerdotes. 

Turquía es un país que hoy por desgracia es musulmán, el turco no es de raza árabe pero sí de religión musulmana. Turquía es una nación que para los cristianos tiene una significación muy especial ya que fue la segunda patria de la Santísima Virgen, una tradición muy fuertemente arraigada dice que cuando se desencadeno la persecución de Herodes contra los cristianos en el año 44 según nos cuenta el libro de los Hechos de los Apóstoles, en la que fue decapitado Santiago el Mayor, el Apóstol San Juan se llevó a la Stma. Virgen María a Efeso y allí Ella vivió los últimos años de su vida en oración, retirada del mundo… meditando profundamente en la vida de su Divino Hijo Nuestro Señor Jesucristo. 

Turquía fue una nación evangelizada por los Apóstoles, el mismo San Pablo estuvo por todo el Asia Menor fundando y alentando a las comunidades cristianas a las que escribe cartas: Efesios, Gálatas. Tenemos la misma presencia del Apóstol San Juan, el Apóstol Amado del Señor escribe el libro del Apocalipsis y se dirige a los Angeles de las 7 Iglesias, estas 7 Iglesias también se encuentran en esta zona. 

En Turquía tiene el monacato una fuerza muy especial, allí vivieron miles de monjes que se santificaron en el silencio de su vida entregada y generosa (la Capadocia). 

En Turquía se celebran los primeros grandes Concilios Ecuménicos de la Iglesia: Nicea, Efeso, Calcedonia, Constantinopla, y otros muchos acontecimientos para la vida de la Iglesia se producen de gran importancia. 

En Constantinopla se desarrolla una cristiandad muy floreciente, allí está la capital del imperio Romano de Oriente y allí los patriarcas de Constantinopla tienen su sede en la Iglesia de Santa Sofía de tantas resonancias históricas para la vida de la Iglesia (convertida después por el islán en mezquita, hoy museo), allí tuvieron su sede santos de la categoría de San Juan Crisóstomo. 

Con esta larga introducción quiero hacer caer en la cuenta de la importancia de Turquía en la historia de la Iglesia. 

Hoy sólo piedras 

En mi peregrinación “tras las huellas de San Pablo” he comprobado que hoy de esta grandeza pasado sólo quedan piedras, el Islán ha barrido todo, mucho me ha hecho pensar y meditar este viaje y he sacado muchas aplicaciones prácticas que después quiero indicar con el objeto de que sea una reflexión para todos los que me leen. 

La Santa Misa la teníamos que celebrar en los hoteles ya que no es fácil encontrar iglesias, yo ofrecía la Misa siempre a los Santos que allí vivieron, especialmente a los mártires y a los monjes. 

No recuerdo exactamente el nombre de los lugares que visitamos, mi intención no es hacer un resumen de lo que he visitado e ir nombrando los lugares, quiero ante todo hacer una reflexión espiritual desde lo que fueron aquellos lugares, las gentes que vivieron, que lucharon por defender su fe y que hoy es fácil que estén en el Cielo gozando de Dios e intercediendo por nosotros. Algunos de estos santos están canonizados, son incluso Santos Padres de la Iglesia como San Basilio Magno, San Gregorio Nacianceno y San Gregorio de Nisa, la gran mayoría son santos anónimos de esos que celebramos el día 1 de noviembre Solemnidad de todos los Santos, pero que brillan en el firmamento y cuando vayamos al Cielo por la Infinita Misericordia de Dios nos encontraremos con ellos y gozaremos de tener su compañía en el Cielo. Ahora les pido que sean nuestro intercesores, que rueguen al Señor y a la Stma. Virgen por nosotros. 

La Capadocia 

Nuestra primera visita fue a la Capadocia, visitamos en primer lugar una ciudad subterránea, estas ciudades empiezan a ser construidas por los cristianos de esta zona cuando comienza las primeras incursiones islámicas. Para salvar su fe los cristianos bajo tierra en esta zona volcánica construyen cientos de ciudades subterráneas. La que nosotros visitamos es un modelo que sirve para conocer un poco todas ellas. 

Esta ciudad que visitamos tiene 8 plantas bajo el suelo, con dependencias como Iglesia, habitaciones, letrinas, unos pasillos impresionantes, unos sistemas de ventilación verdaderamente maravillosos. Esta ciudad tiene capacidad para 350 o 400 personas. 

Cuando los islámicos atacan, los cristianos se meten en las ciudades y pasan desapercibidos, allí se tiran 3 meses, como es zona volcánica existen muchos orificios en las pequeñas montañas y es imposible que sean descubiertos. 

No existe constancia de que alguna ciudad fuera descubierta, así se tiraron los cristianos de la Capadocia durante varios siglos, para salvar su fe. 

En la Iglesia que no tiene ninguna imagen (ya se ha encargado el gobierno turco de quitarlas), pero sí se observa una pequeña cruz grabada en la roca, cantamos a la Virgen “Sálvame Virgen María…” yo me emociono al pensar en los sentimientos de estos cristianos, antepasados nuestros, que se refugian allí antes del siglo X que es cuando se dan en su punto máximo estos acontecimientos. 

Es curioso que estas ciudades se comunican algunas entre sí. El guía nos comenta que existen cientos y que muchas todavía no han sido descubiertas. 

De la ciudad subterránea vamos a la zona de los monasterios. La erosión natural ha creado un tipo de montañitas muy curiosas, son como de arena que hace que sean muy fácilmente trabajadas. Allí son muchos los que se retiran y hacen sus ermitas en las montañas para seguir el consejo del Señor: “Si quieres ser perfecto vende cuanto tienes, da el dinero a los pobres y luego ven y sígueme…” 

Al principio la vida es eremítica, después comienza la vida cenobítica. 

Es impresionante ver las pinturas del Señor, de la Virgen, de los Angeles, de los Santos, que se encuentran en estos cientos de Iglesias construidas en estos lugares. La mayoría de ellas estropeadas (sobre todo las caras) por los fanáticos musulmanes, pero gracias a Dios muchas se conservan ya que no las descubrieron y ahora el gobierno turco las protege ya que les interesa por el turismo que se acerca a visitar estos maravillosos lugares. 

Los monjes cuando pasan de la vida ermitaña a la comunitaria en las mismas montañitas construyen sus dependencias: refectorio, sala de reuniones, etc. 

Los monasterios de la Capadocia eran verdaderos oasis de paz. 

Yo pensé y medité mucho en la cantidad de almas generosas que dieron todo al Señor y allí en lo más profundo del anonimato se consagraron al Señor y a la Stma. Virgen. Mi visita a estos lugares fue inolvidable. 

Las Iglesias del Apocalipsis 

Visitamos de las 7 Iglesias 3 que fueron: Laodicea, Esmirna y Efeso. 

En Laodicea no queda absolutamente nada, sólo un montón de ruinas. Allí leí con profunda devoción ante tantas ruinas la carta que dice: “conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! mas porque eres tibio y no caliente ni frío, te voy a vomitar de mi boca… Mira que estoy a la puerta y llamo… 

Vi que esta carta es una clara aplicación al peligro de la tibieza en la vida espiritual, al abandonarse. El ejemplo lo encontré allí mismo, la tibieza, el no abrir al Señor que nos llama en cada momentos por su Iglesia, por su Palabra, por su Santísima Madre, por los Santos… es motivo de muerte, de “quedarnos convertidos simplemente en piedras” como le ha pasado a esas Iglesias. 

En Esmirna una ciudad de 4 millones de habitantes visitamos la Iglesia de San Policarpo, 4 Iglesias católicas existen y más bien están al servicio de los turistas y gentes extranjeras de embajadas, soldados de la OTAN, etc. Que viven en esa ciudad y que son católicos. 

En la Iglesia de San Policarpo nos encomendamos al Santo Obíspo discípulo del Apóstol San Juan, leímos las actas de su martirio y veneramos su reliquia. 

Efeso: la ciudad de la Santísima Virgen 

Efeso es la destinataria de otra carta del Apocalipsis (invito a mis lectores a que las lean), también san Pablo dirige una carta a los cristianos de esta ciudad, se nos cuenta en los Hechos de los Apóstoles la rebelión del platero Demetrio contra San Pablo ya que le iba hacer perder sus negocios al acabar el apóstol con la idolatría que allí se daba a la falsa diosa, al ídolo de Artemisa (Los Santos Padres de la Iglesia dicen que muchos de estos ídolos eran “verdaderas cunas de los Demonios”. Los Demonios como “que se escondían” y allí eran adorados ¿No pasa esto hoy también con tantos ídolos de todo tipo: la Nueva Era y otras malas hierbas). 

En Efeso está la estupenda Basílica de San Juan de la que hoy sólo quedan piedras, allí estuvo su cuerpo enterrado. 

En Efeso está la Iglesia del Concilio que en el año 431 declaro que la Virgen es MADRE DE DIOS contra el hereje Nestorio y sus secuaces 

Pero sobre todo en Efeso está la casa de la Virgen donde Ella vivió con el Apóstol San Juan. 

La casa de la Virgen está en una preciosa montaña, según vas subiendo observas un vergel impresionante, se siente una presencia muy especial, no se puede expresas. De pronto te encuentras con una gran imagen como de bronce de la Santísima Virgen con los brazos abiertos (como la de la Medalla Milagrosa). Esto ya extraña, no es normal en un país musulmán. Pero en esta montaña hay una excepción ya que allí como que la Virgen ha puesto su morada y se palpa su presencia. 

El guía que llevamos que por cierto es musulmán nos cuenta que la Casa de la Virgen se descubre gracias a las visiones de una mística alemana la venerable Ana Catalina Emmerick. Algo que llama la atención y que nos invita todavía más a ver la sobrenaturalidad de aquel lugar. 

En aquellas montañas se encuentra un pueblecito muy ancestral, sus habitantes que viven de una manera muy primitiva tienen la creencia desde tiempo inmemorial que allí ha vivido la Virgen María, curiosamente es un pueblo de unas 200 personas y todos son de religión cristiana. Son los únicos que se han mantenido ¿a qué se debe esto? A Nuestra Señora me atrevo a responder. 

Entramos en una casita pequeña y humilde y allí descubrimos una imagen de la Stma. Virgen sin manos, tal y como la encontraron cuando fue descubierta la “Casa de María”. Allí se siente una presencia especial. La Stma. Virgen me hace el regalo de presidir a mis hermanos sacerdotes el Santo Sacrificio de la Misa, pienso que allí San Juan celebraría la Santa Misa a Nuestra Señora y que Ella comulgaría, no puedo expresar lo que sentí en aquel momento. Fue como un rato de Cielo que se pasó sin darme cuenta. 

Terminamos la Santa Misa, rezamos y vamos a beber agua de la Fuente de la Virgen. Agua a la que se le atribuyen prodigios milagrosos. 

Curiosamente aquello está lleno de cantidad de peregrinos que no dejan de afluir, yo pregunto ¿si no hay católicos en este país, quienes son estos peregrinos? Alguien me responde: musulmanes. El 90% de los peregrinos que suben son musulmanes, tienen una gran devoción a la Virgen María, vienen aquí en peregrinación de todos los lugares, ellos llaman a la Virgen MERYEM ANA EVI. 

Yo medité y pensé: tal vez la conversión del Islán vendrá por Nuestra Señora, este es el verdadero diálogo interreligioso del que hoy tanto se habla: “que los musulmanes y tantas falsas religiones acudan a la que es Fuente de todas las Gracias María Santísima, para que Ella los lleve a su Hijo Jesucristo Verdadero Dios y Verdadero hombre”. 

Vamos bajando de la montaña, la visita a la Casa de la Virgen por imperativos del viaje es breve, a todo esto caía una lluvia de agua que yo me mojé hasta el cuello, todo empapado, pero considero “lluvia de gracias”. 

En Efeso vamos a visitar la Iglesia del Concilio, la primera Iglesia del mundo dedicada a la Stma. Virgen. La tradición dice que al principio de llegar a Efeso Nuestra Señora con San Juan vivieron en lo que hoy son las ruinas de esa Iglesia, por eso allí se construyo esa magna Iglesia, no tiene otro sentido… Por eso tal vez allí se celebró en el año 431 el Concilio de Efeso que declaro a la Virgen MADRE DE DIOS. 

Dicen las crónicas que se juntaron muchos obispos del mundo, el pueblo estaba ansioso de que los obispos proclamaran el dogma contra el hereje Nestorio, cuando salió uno de los obispos y anuncio que los padres había proclamado el dogma fue tal la alegría del pueblo que con antorchas y llevados a hombros los pasearon por toda la ciudad en son de fiesta hasta sus casas. ¡Qué fervor, que entusiasmo¡ 

De la Iglesia del Concilio hoy no queda nada, sólo el suelo y algunas columnas. Yo me hice de una preciosa reliquia que estaba en el suelo, una pequeña piedra que se acababa de desprender y que fue testigo del gran acontecimiento de aquel magno Concilio que declaró a Nuestra Señora Madre de Dios. 

En el año 1967 estuvo como peregrino el papa Pablo VI algo más reciente pero al principio de su pontificado el papa Juan Pablo II, una lápida en la Iglesia del Concilio recordaba estos eventos, observamos como había sido apedreada la lápida y destruida, este es el “ecumenismo del Islán” 

De la Iglesia del Concilio fuimos a la de San Juan, la tradición dice que allí estuvo enterrado el Apóstol y que iban muchos fieles de todas partes para recobrar la salud en el contacto con el cuerpo del Apóstol. Hoy al igual que la Iglesia de Santa María, sólo quedan piedras… 

Otros lugares 

Visitamos Hierápolis, la Iglesia que tuvo como obispo a Papías, discípulo de San Juan, allí visitamos la Basílica del Apóstol San Felipe, en lo alto de la montaña, nos dijeron que tuviéramos cuidado ya que era un lugar lleno de víboras y se esconden entre las piedras de la destruida Basílica. Como en las anteriores sólo quedan piedras. 

En Iconio visitamos la Iglesia de San Pablo. Hoy es la ciudad más integrista de Turquía, sólo se ven minaretes de mezquitas. Allí como “escondida” encontramos la Iglesia de San Pablo, esa ciudad como nos dicen los Hechos de los Apóstoles fue testigo de la predicación del Apóstol de las gentes. 

Allí estuvieron con Pablo los Santos Timoteo y Tito, Santa Tecla (en la Iglesia vimos un precioso cuadro suyo). 

La Iglesia esta guardada por dos monjitas Italianas que viven allí con una pobreza impresionante, nos dijeron que no pueden hacer ningún tipo de apostolado. 

Constantinopla 

Los últimos días lo dejamos para lo que fue la capital del imperio Romano de Oriente, la segunda Roma, la gran Constantinopla. 

La impresión que uno tiene sabiendo lo que fue para el cristianismo y lo que hoy fue es terrible. Hoy no queda ni una Iglesia, los minaretes han sustituido a las torres de nuestras Iglesias, la media luna a la cruz. 

En el año 1453 entran los Otomanos y todo se acabo… 

Yo con los ojos cerrados meditaba y como que escuchaba el saqueo y la destrucción de la ciudad. Ciudad que durante varios siglos resistió el ataque de los musulmanes pero al final cayo. 

Yo pensaba y meditaba: no sería un castigo de Dios por abandonar en el silo X su obediencia al Obispo de Roma. Tal vez el orgullo, el esplendor se les subió a la cabeza a los cristianos de Constantinopla y decidieron ellos apartarse de la Cátedra de Pedro y el Señor permitió que el Islán arremetiera contra ellos. 

Pienso que es fundamental y muy importante que todos nosotros que hemos recibido tantas gracias de la Iglesia Católica que es Nuestra Madre, nos mantengamos en ella, con todas las notas y características como la quiso y la fundó Nuestro Señor Jesucristo, y una de ellas es la obediencia al Romano Pontífice. 

Cuando entré en Santa Sofia “se me cayó el alma a los pies”, al saber lo que fue y al ver lo que hoy es. 

Menos mal que han descubierto los antiguos mosaicos, verdadera obra de arte, de piedad, de espiritualidad. 

Me impresionó el mosaico de la Theotokos que estaba rodeado por dos signos del Islam, yo pense: “La Virgen como Nuestro Señor Jesucristo, en medio de dos ladrones…” La Virgen como secuestrada. 

También me llamó la atención como el Islam aunque convirtió Santa Sofía en mezquita pero para ellos seguía siendo todo un símbolo de Iglesia y por eso construyen a su alrededor varias mezquitas que la quieren imitar, hasta el punto que el turista que se acerca a Estambul no sabe cual es Santo Sofía hasta que no lleva varios días y ha observado, las construcciones son exactamente igual que Santa Sofía (no tuvieron ni la originalidad de crear su propio arte). 

Hoy ha dejado también de ser mezquita, aunque siguen sus signos… y lo han convertido en museo. 

Allí como que se escuchaba la voz de San Juan Crisóstomo, la de tantos santos, se olía el incienso, las grandes ceremonias, etc. Pero todo en el recuerdo y en la imaginación, no queda nada. 

Por otro lado la impresión que me causó Santa Sofía es que la tienen totalmente descuidada, sucia y abandonada, como detalle decir que estaba llena de palomas en su interior. 

Visitamos también la sede del patriarcado Ortodoxo que está reducido a la mínima expresión. Observamos un rechazo total a todo lo católico, pero hoy es una Iglesia totalmente muerta, es un fósil la ortodoxia de Constantinopla que algunos intentan como resucitar pero están como un cadáver en putrefacción. 

Tal vez cuando decidan dar el paso de la obediencia al Romano Pontífice todo cambiará, yo así lo pedí a la Madre de Dios. 

Conclusiones 

Una vez que voy llegando al fin que cada uno saque las conclusiones que quiera. 

La primera que yo saco es que hoy todo son piedras, piedras que nos hablan de un pasado glorioso, pasado que hoy ya no es… 

El Señor parece que nos hacen una advertencia al visitar estos lugares: si los católicos no somos fieles a nuestra fe, Dios se va a servir del islán para purificarnos y las cruces serán sustituidas por la media luna, las Iglesias por mezquitas. Hoy ya están pasando en Europa, particularmente en España, y creo que en Francia ya desde hace años: cada vez se abren más mezquitas y menos Iglesias. Como dato decir que el año pasado en Barcelona fueron inscritos en el registro civil más niños con el nombre de Mohame (nombre de Mahoma) que con el de Jesús. 

Otra conclusión que he sacado es que el islán es una religión falsa, no tiene “ni pies ni cabeza”. Cuando el Corán empiece a sufrir un estudio serio exegético se “caerá por sus propios pies” que son de puro barro aunque el resto sea de bronce o acero… 

Me atrevo a decir que el Islám es permitido por Dios como el flagelo para castigar al mundo. 

Mahoma es de esos falsos profetas que dice Nuestro Señor: “vendrán falsos profetas”, incluso podemos decir que Mahoma es como una especie de anti-cristo ya que combate a Nuestro Señor Jesucristo. 

Pero no tenemos que perder la esperanza y esta es otra conclusión ya que sabemos que la Virgen nos ha prometido en Fátima que al final su Inmaculado Corazón Triunfará y se concederá al mundo un tiempo de paz, María Siempre Virgen es la que aplasta la cabeza de la serpiente y Nuestra Señora hará que la tierra que sostuvo sus plantas por un tiempo vuelva a ser lo que antaño fue y que de esa tierra vuelvan a salir grandes santos. Todo sea para mayor gloria de Dios y bien de las almas. 

Nota: El Padre Andrés Torres nos la envió para publicarla en Mariologia.org