Carta de Maria


Autor:

Conozco tus alegrías y tus tristezas, conozco tus deseos y tus miedos, conozco tu amor y tu odio, conozco tu debilidad y tu fortaleza, conozco tu debilidad y tu fortaleza.

Sé que hay lágrimas de tristeza en tu corazón, sé que tienes miedo de amar por no ser lastimada, sé que tienes miedo de caminar por no caer, sé que camina a tientas sin destino, sé que anhelas la felicidad sin encontrarla.

Y lloro por amarte y ver que no me amas, lloro por tus miedos cuando yo tengo la fuerza para darte, lloro por tu ceguera cuando yo estoy vestida de sol para iluminarte, lloro por tu corazón endurecido, lloro por ti, hija mía...

Desearía que me conozcas como yo te conozco a ti, desearía que me dejaras consolarte, protegerte, fortalecerte, desearía que pudieras ver mis brazos extendidos hacia ti, desearía que pudieras escuchar mi corazón latir de inmenso amor por ti, desearía que no tuvieras miedo, y como niño pequeño corrieras hacia mi.

¿Sabes que estoy a tu lado? ¿Sabes que estoy esperando tu sí? ¿Sabes que me desvelo por ti?
¿Sabes que mi amor puede colmar tu vacío y secar tus lágrimas? ¿Sabes que puedo convertir tu corazoncito de piedra en uno de carne?

Lo sé... no tienes tiempo para mirarte y mirarme.
He esperado toda la eternidad para que nacieras, y voy a seguir esperándote, mi amada hija, con mis Brazos extendidos, con mi Corazón abierto, para que te refugies en Mí.

Yo te puedo conducir de la mano a mi gran Tesoro, yo te puedo guiar a Aquel que es Camino, Verdad y Vida.

... voy a seguir esperándote, mi amada hija.

Tu Madre del cielo