|
María Reina de los Apóstoles
Autor:
"María es la Reina de los Apóstoles porque ejerce y supera todo apostolado, ella da a Jesús al Mundo"
“Ser para Cristo”: ésta es la esencia espiritual de María. El P. Santiago Alberione, organizador de obras apostólicas para los nuevos tiempos, escruta atentamente en la palabra de Dios el sentido del “apostolado”, y descubre en María la realización original y perfecta esa específica tarea apostólica de todo llamado: “engendrar” y “formar” a Cristo en los hombres.
Si el apostolado es, en sentido integral, engendrar y hacer crecer a Cristo en los hermanos, María es la expresión misma del apostolado: ella engendró y dio a Cristo al mundo. De esta intuición toma todo su valor el apostolado de las ediciones en sentido amplio: “Con el nombre de “edición” no se entiende sólo el libro; entendemos también otras cosas. La Palabra “edición” tiene múltiples acepciones: edición del periódico, edición de quien prepara el guión de una película, o los temas que quiere comunicar por otros medios de comunicación social.
María, “lleva siempre a Jesús, como la rama su fruto, y lo ofrece a los hombres. Ella irradia a Jesús. El verbo “irradiar” indica la naturaleza del apostolado, que es siempre y ante todo “recepción”, “asimilación” y “testimonio” de ese Cristo que anuncia y se da. Y sabemos que en María esto tiene sentido mucho más profundo que en el caso de cualquier otro apóstol o santo.
María nos da a Cristo Maestro, Camino, Verdad y Vida. Y nos lo da todo entero. Su acción no se agota en “dar a Jesús”, sino que pretende formarlo en los hombres. Por eso, María “forma y alimenta el Cuerpo místico”. De este modo se convierte en modelo de todo apostolado: “María nos dio a Jesús y con él todo los bienes; todo bien. Los santos y los corazones apostólicos realizan un apostolado parcial: María lo realiza plenamente. Ella es apóstol universal, en el espacio, en el tiempo y en los individuos. Los apostolados y los apóstoles actúan en tiempos y lugares determinados; María da siempre, da en todas partes; y todo nos llega a través de María. Esta es su vocación y su misión: la de dar a Jesucristo”.
Esta es la razón por la que el P. Santiago Alberione, afirma que “la cristianización del mundo” se logrará a través de María; éste es el camino “más fácil y seguro” para la conversión de todos: siempre que se la reciba en la vida.
Por ser modelo fundamental para quien ha sido llamado a dar a Jesús al mundo, María es Reina, es decir, el vértice sumo y perfecto, la inspiradora y protectora de toda misión apostólica y de todo grupo o persona que se mete en el campo del apostolado.
Los maternales cuidados de María se dirigen de manera especial a los apóstoles –sacerdotes, religiosos y religiosas y laicos consagrados- que continúan en la Iglesia su misión de “dar a Jesús al mundo”. Y no sólo eso, sino que se convierte para este escuadrón de personas en consejera, consuelo y fuente de energías, como lo fue para los apóstoles reunidos en el cenáculo a la espera del Espíritu: “María tiene el cometido de formar, sostener y coronar de frutos a los apóstoles de todos los tiempos”.
De aquí nace una enérgica invitación a volver a las fuentes: la primera devoción que encontramos en la Iglesia es la devoción a la Reina de los Apóstoles, como se manifiesta en el cenáculo.
En un mundo en que los problemas de toda índole se multiplican hay que multiplicar los apostolados, o sea, las posibilidades de intervenir y de comunicar a Cristo. Es, por tanto, “la hora de la Reina de los Apóstoles”.
Por eso se le ha confiado a ella el cometido de llamar a los apóstoles y de suscitar apostolados. Esta es la dinámica mariana para nuestro tiempo; y el P. Santiago Alberione encuentra cuatro motivos para ello:
1- María realizó y sigue realizando lo que hacen todos los apóstoles juntos.
2- María tiene la tarea de formar, sostener y coronar de frutos a los apóstoles de todos los tiempos.
3- Por María se debe llevar a cabo la cristianización del mundo.
4- María, además de las formas generales de apostolado, ejerció y ejerce también las particulares:
Fuente: san-pablo.com.ar
|
|