Reina y Madre

Padre Tomás Rodríguez Carbajo  


- Estos dos títulos que atribuimos a María, no se contradicen en su persona, sino que se complementan. Es Reina, porque es Madre.

- Cuando estos dos apelativos se lo aplicamos, primero solemos llamarla "Reina", realidad que confesamos no para vernos distante de Ella, sino para reconocer su magnificencia, a pesar de que su conducta siempre estuvo marcada por la sencillez y humildad.

- La grandeza, que profesamos de María, la vemos muy cercana a nosotros, cuando a continuación la invocamos como Madre. Sea cual sea la categoría de la madre, siempre está muy asequible a sus hijos.

- La maternidad divina de María es la base de la realeza, si la invocamos como Reina es que profesamos que es nuestra Madre, así lo manifestamos en el rezo de la Salve: "Dios te salve, Reina y Madre de misericordia..." Cuántas veces se le invoca a María como Reina y Madre!:
En la soledad de una ermita por la persona devota, que se acerca a aquel lugar como un refugio para su inquieta o ajetreada vida.
En las aglomeraciones de cristianos como despedida.
Es el "buenas noches" de monjes y monjas al retirarse a sus celdas después de la intensa vida diaria de trabajo y oración.


- Muchas son las imágenes que representan estos dos apelativos, que le corresponden a María, las que llevan en sus sienes una corona, un cetro en una mano y en la otra a su Hijo; algunas de estas imágenes ocupan el centro de atención de Santuarios o de retablos parroquiales.

- Qué sentido tiene la coronación de imágenes de María?. La fe y el amor de muchos devotos quieren manifestarlo, coronando a imágenes de su devoción con ricas coronas, conscientes de que con ello no añaden nada a las prerrogativas de las que goza María, pero al coronar sus imágenes materialmente con ello se quiere reconocer la realeza de la Madre y del Hijo, con la inseparable protección, que emana de su maternidad.

- Al coronarla, la queremos distinguir de entre todas las demás criaturas como bellamente nos lo manifestó el agustino palentino de nuestro siglo R. del Valle Ruiz en una cantiga en loor a María:
Virgen pura, entre todas elegida,
Reina del Cielo y gloria del Señor! 
Oh Madre del amor que da la vida!
Llévanos a la vida del amor.

- Muchísimas imágenes, sobre todo las patronas, ciñen sus sienes coronas más o menos ricas, pero todas ellas signo del amor de sus devotos, quienes se la obsequian a la Madre, no se olvidan de los hijos, tenemos el caso aleccionador de "La Corona de los Andes", tal vez la más valiosa de las que se posaron sobre una imagen mariana, cuenta con 450 esmeraldas colombianas, entre las que se encuentra la famosa "Atahualpa", que dice la leyenda perteneció al collar que llevaba el último rey de los incas, cuando fue capturado por Pizarro. Esta corona ceñía las sienes de la imagen de Ntra. Señora de la Asunción de la catedral de Popayán (Colombia), con permiso de Pio X en 1909 se vendió para con el dinero construir hospitales y orfelinatos.

- A las imágenes de María con corona o sin ella siempre se las venera, porque representan a la Madre.

- En el calendario litúrgico celebramos la fiesta de María, Madre de Dios el 1 de Enero, que es el origen de la maternidad espiritual para con nosotros, y la de María Reina el 22 de Agosto, que es la octava de la Asunción de María en cuerpo y alma al cielo.