María parte integrante de nuestra fe

Padre Tomás Rodríguez Carbajo  

 

. Nuestra condición de cristiano se basa en que nuestra fe gira alrededor de Cristo: Verdadero Dios y verdadero hombre. Su condición humana nos lleve inmediatamente a la persona de María de quien ha nacido, como nos lo da a entrever San Pablo: "Llegada la plenitud de los tiempos nació de una mujer" ( Gal. 4, 4 ).

. En los primeros símbolos de la fe o credos públicamente se confiesa esta verdad fundamental: "Nació de Santa María Virgen".

. Cualquier precisión que hagamos sobre la naturaleza de Cristo tiene repercusión en el papel que María ha tenido o tiene en la Historia de la Salvación:

.- Los que niegan que en Cristo hay una sola persona, niegan a María Madre de Dios, dogma éste declarado en el Concilio de Éfeso en el año 431.

.- Todos los dogmas marianos tienen incidencia en la obra salvadora de Cristo. Así, por ejemplo, la Inmaculada Concepción, dogma por el que admitimos que María fue concebida sin pecado original, no niega la redención universal de Cristo, pues, Él vino a salvarnos a todos, lo que cambia es la manera de aplicar los méritos de Cristo; a María con gracia preventiva (en atención a los méritos de Cristo) y a todos los demás con gracia curativa, (se nos aplican una vez que hemos pecado).


. El papel de María en la Historia de la Salvación no ha sido central, pues, el centro de nuestra fe cristiana está en Cristo; pero sí ha sido y es integrante, ya que es una pieza imprescindible en el proyecto de parte de Dios para salvar a los hombres.

. Nuestra devoción a María tiene que estar en proporción a la misión que el Señor le ha confiado, y es grande, pues, al ser la Madre del Redentor lo es también de los redimidos.

. De muchas maneras pudo Jesús habernos salvado, pero eligió la de hacerse un hombre y por lo tanto necesitó nacer de una mujer, su Madre. Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre en el seno de María, no puede dejar de ser ni Dios ni hombre, de ahí que María es una parte integrante de nuestra profesión de fe.

. Con cuánto acierto decía Pablo Vl: "Todo cristiano tiene que ser mariano". Si un cristiano no ama a la Virgen, le falta "algo", no es un cristiano cabal, perfecto.

. Hay teólogos que dicen que la quinta nota para conocer la verdadera Iglesia que fundó Cristo es la mariana, que habría que añadir a las cuatro ya conocidas: "Una, santa, católica y apostólica".

. El amor a la Virgen no es algo efímero, sentimental, accidental, sino que es algo fundamental e integrante.

. Un verdadero devoto de María no dejará de ser "buen cristiano".