María a las puertas del 3er. Milenio

Padre Tomás Rodríguez Carbajo

 

Aquella frase de Pablo Vl: "El cristianismo no es la religión de María, pero tampoco es la religión sin María", es de tanta realidad que la podemos constatar en las enseñanzas de los Papas y en nuestra vida personal.

1.- María estrella de la Evangelización.

- Como regalo de la tercera Asamblea General del Sínodo de Obispos de 1974 el Papa Pablo Vl nos proporcionó el día de la Inmaculada de 1975 la Exhortación Apostólica "Evangelii Nuntiandi" "para difundir un programa de acción pastoral del que la evangelización es el aspecto fundamental" .."y para preanunciar la vigilia de un nuevo siglo y la vigilia del tercer milenio de Cristo" (E.N.n.81), al final de dicha Exhortación el Papa concluía con la invocación a María y con la presentación a todo el Pueblo de Dios como "Estrella de la Evangelización".
Daba la razón de esta nueva invocación :"En la mañana de Pentecostés Ella presidió con su oración el comienzo de la evangelización bajo el influjo del Espíritu Santo. Sea Ella la Estrella de la Evangelización siempre renovada que la Iglesia, dócil al mandato del Señor, debe promover y realizar, sobre todo en estos tiempos difíciles y llenos de esperanza" (E.N.n 82).
- En la Declaración final del Sínodo especial para Europa (14-12-1991) Juan Pablo ll la finalizaba con la misma invocación: "Ella brille como Estrella de la Evangelización que ha de ser invocada como Nuestra Señora del Camino, que va delante de nosotros, indicando el camino que lleva a Cristo y a la plena unidad entre sus discípulos "para que el mundo crea" (Jn.17,21).
- Para celebrar el V Centenario de la Evangelización de América Juan Pablo ll ha invocado a María como "Estrella de la Evangelización", pues, en la religiosidad popular estuvo desde el principio y siempre enraizada la devoción a María.
- En la carta apostólica "Ante el tercer Milenio" Juan Pablo ll no podía olvidar la contemplación de María en el año dedicado a Jesucristo, nos recomienda que la tengamos presente "en el misterio de su maternidad divina, en su seno se hizo carne!. La afirmación de la centralidad de Cristo no puede ser , por tanto, separada del reconocimiento del papel desempeñado por su Santísima Madre. Su culto, aunque valioso, de ninguna manera debe menoscabar la dignidad y eficacia de Cristo, único mediador"(T.M.A. n 43).

2.- María estrella en nuestra vida personal.

- María ha ido abriendo el camino de la evangelización en toda la Historia de la Iglesia, desde el primer momento en Pentecostés hasta nuestros días. Su presencia ha sido siempre protectora como consecuencia de su condición materna, lo fue de Cristo y lo es de la Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo, del que somos nosotros sus miembros.
Tantas generaciones de cristianos han acudido a María para buscar ayuda, orientación, apoyo, entusiasmo, salud, paz, etc...
- La presencia de María es invisible, pero se hace notar de continuo, nos dirigimos a Ella para implorar ayuda, fortaleza, consuelo.
- El que acude una vez, nunca es la última, ya que sale de su presencia confortado y fortalecido espiritualmente. Los santuarios marianos, las capillas e iglesias dedicadas a María bajo advocaciones distintas son testigos de las súplicas que los romeros depositan en cada uno de los lugares marianos visitados.
- María es nuestra Estrella, pues, ya nos decía San Bernardo que en nuestras dudas, dificultades encontradas en el piélago de nuestra vida hemos de mirar la estrella, invocar a María.

Todo aquel que se ha acercado a Dios, indudablemente ha ido de la mano de María, ya que es el camino que recorrió Dios para venir a los hombres, razón por la que María atrae hacia Sí a sus hijos para llevarlos al Hijo de sus entrañas.
- María, la redimida de modo más perfecto, es el modelo para nuestra vida de fe, virtud que debemos vitalizar en nuestro caminar hacia el año 2.000 como consecuencia de nuestra condición de bautizados.
- La experiencia de tantos que han acudido a María es irrefutable, por Ella y con Ella se han acercado a Cristo, ya que la razón de ser de María está en relación con su Hijo: Madre de Jesús, el Salvador, el Cristo, el Mesías.
-En las noches oscuras de la vida de fe distinguimos en el cielo de nuestra vida una fulgente estrella que nos orienta, para que nos pongamos junto al Señor, que es quien de sentido pleno a nuestra vida.