María Causa de nuestra Alegría

Padre Tomás Rodríguez Carbajo


Es una de las invocaciones con que llamamos a María, y no por completar una lista más o menos amplia, sino que es la expresión de nuestra fe en la misión corredentora de Cristo.
La grandeza de María depende de su unión con Cristo, Ella intervino, para que El habitara entre nosotros e interviene para que esté en nosotros.

1. - Dios entre nosotros.
Cristo es nuestra alegría, así aparece en el Evangelio de San Lucas 2, 10, 11:
"Os anuncio una gran alegría... os ha nacido el Mesías, el Señor".
Con Cristo nos vino toda la gracia y ésta no se puede separar de la alegría. El se nos hizo presente por María, de ahí que con todo derecho reconozcamos el papel que ha tenido en la Redencióny la invoquemos: "Causa de nuestra alegría".

2.- Dios en nosotros.
Somos templos de Dios por la gracia. Cristo llega a nosotros a través de su Madre, la misión corredentora de María se convierte ahora en Medianera de todas las gracias. Cristo libremente sigue contando con Ella para hacerla partícipe en activo de todo lo que con su vida, muerte y resurrección ha conseguido para nosotros.
En el corazón que se siembra un amor a María, germina un amor a Cristo. Si la llamamos "Refugio de pecadores" no es para pasivamente contemplar la, sino para que cogiéndonos de su mano nos lleve a los pies de su Hijo y nosotros entablemos otra vez su amistad por la gracia, de ahí que con justicia la podamos llamar: "Causa de nuestra alegría".
Dondequiera que el Hijo actúa, de alguna manera se hace presente la Madre. Cristo es nuestra Alegría y María el medio por el que nos ha venido Cristo. Los que reconocemos su papel en la Redención así la llamamos: La liturgia bizantina la llama “Antídoto de la Tristeza" y "Madre de nuestra alegría". Nosotros, católicos de rito latino, la invocamos "Causa de nuestra alegría".