María lleva consigo la Alegría

Padre Tomás Rodríguez Carbajo


Algo inseparable a María ha sido la alegría, ya que la auténtica emana de la vida de la gracia, y Ella estuvo siempre "llena de gracia".

1. - En el Evangelio su presencia ha llevado la alegría a quienes trataba:
- Cuando visita a su prima Santa Isabel, nos dice el texto sagrado que "cuando oyó el saludo de María, el niño que llevaba en su vientre saltó de alegría". (Lc. 1, 41): La gracia y la alegría van juntas.

- En Belén cuando Jesús nace, la alegría natural para los padres en este caso aumenta, pues, son conocedores de la misión del Mesías. Una madre disfruta enseñando su hijo a los amigos y conocidos. María también tuvo que tenerla, cuando lo presentó a los Pastores, a los Magos...
- ¡Qué sensibilidad tan grande tenía María!, no podía prescindir en su vida ordinaria de su condición de "ama de casa", se dio cuenta del apuro que iban a pasar los recién casados en Caná, de ahí que interviniera para "arrancar" de su Hijo, pues, sabía que era Dios, el primer milagro.
Todo es providencial, el primer milagro que Jesús hizo fue en un banquete, y como es natural, en ellos siempre reina la alegría, exteriorizada la mayoría de las veces en el canto. También llama la atención que el primer milagro sea convertir agua en vino, y de éste dice la Sagrada Escritura "que alegra el corazón del hombre"
.La presencia de María en el Evangelio lleva en todas sus intervenciones la paz, la alegría, pues, éstas son inseparables de la gracia, y María no es sólo' 'madre de la divina gracia" en su forma inicial, al ser Madre de Cristo, sino que llega por Ella a nosotros el fruto de la obra de Cristo, y al poder disfrutar en nosotros las maravillas de la redención, la invocamos "causa de nuestra alegría".

2.- Para nosotros María es alegría:
- Al ver a la Madre de Dios, que también lo es nuestra y de toda la Iglesia.
- Al conocer las prerrogativas con que Dios la adornó, de lo que estamos orgullosos, pues, Ella es de nuestra raza.
- Al saber los oficios que aún sigue teniendo a nuestro favor, Medianera, Abogada, Intercesora, Madre de misericordia y dulzura.
La alegría emana de la gracia, en donde está María la "llena de gracia" (Lc. 1, 28) está la alegría, y a donde va María la lleva consigo