Soliloquio Mariano de un Marginado

Padre Tomás Rodríguez Carbajo


Cansado de pasear por las calles, llevando siempre sobre mí el estigma de la marginación como un sambenito que casi todos los hombres me han colocado, hoy vengo a Ti, María, consciente de que no te causo repugnancia, pues, por encima de nuestras miserias y de sus consecuencias Tú siempre tienes el amor y el cariño de madre, que me comprende. 
De los jóvenes se dicen frases bonitas, muchas veces vacías, nos molesta el que con los anuncios publicitarios nos quieran engatusar y una vez que nos han estrujado, ya no les servimos y nos arrojan lejos. 
De nosotros se aprovechan muchos mayores para enriquecerse sin escrúpulos y ,cuando nos han esquilmado, nos arrojan lejos, porque ya no les ayudamos a engordar sus pingües ganancias. Somos un desecho solo porque nos equivocamos. 
Con el lastre de nuestro vicio" miserias y pecados venimos a tus plantas, María, porque nuestro corazón sigue siendo de carne y necesita cariño de madre para no hacer ninguna barbaridad, que aumente nuestro estado lamentable. 
En tu regazo materno encontramos el calor de hogar, que en ocasiones echamos de falta y que muchas veces fue la causa de que nos alejásemos por los caminos de la maldad y del pecado.
Sucios y maltrechos venimos a confiarte nuestras cuitas, Tú nos viste marchar de junto a tu Hijo, pero una corazonada te decía que volveríamos, pues, las eternas ansias de felicidad en ningún aljibe roto de los placeres humanos las íbamos plenamente a saciar. 
Arrojados de la sociedad como perros sarnosos deambulamos por la vida, olfateando en dónde nos acogerán, por eso venimos a tu lado, María, Tú sigues .la pauta de comportamiento de tu Hijo, quien nunca arrojó de junto a Él a aquellas personas marginadas en la sociedad de entonces, como le sucedió a la Samaritana, a Magdalena, a los leprosos. Bien se conoce donde hay auténtico amor y cariño. Hemos quemado unos preciosos años de nuestra vida engañados por las bengalas fatuas del placer y falsa felicidad, rápido pasó todo aquello que nos fascinaba, ahora nos queda la desilusión y desgana, pero junto a tu lado, Madre, queremos revivir, estrenar otra vez la ilusión y las ganas de hacer algo que deje impronta en la vida, pues, ésta es bella, cuando se nos presenta como un gran campo que nosotros podemos cultivar con el amor. 

Se te invoca, María, como Auxiliadora, Tú eres la que nos puedes ayudar a salir de las zozobras de la desesperación y llevarnos al puerto de una vida en paz, en armonía y felicidad. A Ti nos acercamos con la garantía no sólo de ser escuchados, sino de ser ayudados en cualquier situación, pero de manera especial en la que nosotros nos encontramos. ¡Qué pena, María, que algunos de los nuestros no te conozca, para que encuentre en tu regazo el reposo y paz, que hace tiempo andan buscando. Los que hace mucho te conocemos, tenemos la gran ventaja de que siempre tenemos un refugio no sólo en donde guarecernos, sino en donde habitar. 
Los hombres nos han marginado por nuestros comportamientos, atuendos, manera de entender la vida, etc...Tú, Maria, como madre, con ese fino sentido para escudriñar en nuestro interior todo aquello que nos molesta, sabes muy bien que la causa de la peor marginación es el pecado, algo que nosotros hemos buscado, querido, y de lo que ahora quisiéramos desembarazarnos. En esta condición de pecadores, acudimos siempre que desgranamos aquella súplica del Avemaría: "Ruega por nosotros , pecadores", no te pedimos para largo plazo, sino " ahora " , ya que queremos romper el circulo de la marginación y vivir unos junto a otros los años que nos restan, haciéndolo con gran intensidad para recuperar en lo posible el tiempo perdido. 
Para cada situación, en que nos encontremos, siempre tenemos un título con el que te invocamos, que refleja siempre nuestro estado y tu correspondiente acogida, por eso te llamamos "Refugio de los pecadores", "Consuelo de los afligidos", "Auxilio de los cristianos",etc . Podríamos aumentar la lista solicitando nuevas situaciones de marginación, v.gr. el sida, la droga, el alcoholismo, la prostitución, etc...; pero el que más me gusta y resume todos es el de "Madre". Con esta palabra decimos todo lo que sentimos y experimentamos todo lo que nos quieres.