Catequesis
Mariana I
Congregación para el Clero. Vaticano
6.
MARÍA, UNIDA A JESÚS
I.EXPOSICIÓN
BREVE
María
es Madre de Dios y cooperadora de su Hijo desde la Encarnación hasta el
Calvario y siempre. Junto a la cruz, que nace de la M, aparecen además en
el reverso de la Medalla los dos corazones, el de Jesús y el de María
unidos intimamente y sustentando símbolos de amor y dolor.
La
Cruz significa la persona de Cristo y su obra redentora y el modo doloroso
de la redención.
La
letra M significa la persona de María y su cooperación a la redención de
Cristo y el modo doloroso de realizarla.
Lo
importante de María es tanto el haber sido Madre de Cristo cuanto el haber
sido la primera y mejor de sus discìpulos, haber recibido la semilla de la
Palabra y haberla hecho fructificar. María es nuestro modelo en el discípulado
cristiano: escuchó la Palabra de Dios y la puso en práctica.
II.
LECTURA DE LOS ESCRITOS DE SANTA CATALINA LABOURÉ
Despues
de haber contemplado aquel cuadro, me pareció que daba la vuelta. Fue
entonces cuando vi el reverso de la Medalla. Inquieta por saber lo que había
que poner en el reverso de la Medalla, después de muchas oraciones, un día,
en la meditación, me pareció oír una voz que me decía: "La M y los
dos corazones dicen bastante".
III.
LO QUE DICE LA IGLESIA
-
La
función de María con relación a la Iglesia es inseparable de su unión
con Cristo, deriva directamente de ella. "Esta unión de la Madre
con el Hijo en la obra de la salvación se manifiesta desde el momento
de la concepción virginal de Cristo hasta su muerte". (Catecismo
de la Iglesia Católica, 964)
-
María
está junto a la Cruz de su Hijo. El Concilio afirma que esto sucedió
"no sin designio divino": "se condolió vehementemente
con su Unigénito y se asoció con corazón maternal a su sacrificio,
consintiendo con amor en la inmolación de la víctima engendrada por
Ella misma"; de este modo María "mantuvo fielmente la unión
con su Hijo hasta la Cruz": la unión por medio de la fe, la misma
fe con la que había acogido la revelación del ángel en el momento de
la anunciación. (Redemptoris Mater, 18)
IV.
LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS
V.
PARA LA REFLEXIÓN
1.
¿Cómo cooperas tú a la obra de la savlación a ejemplo de María?
2.
¿Estás unida/o a Jesús en la alegría y en el dolor tal y como lo estuvo
María?
3.
¿Cómo haces fructificar la Palabra de Dios en tu vida diaria?
4.
Cuando el Señor te manda las cruces ... del dolor, la incomprensión, de la
injusticia, del
sufrimiento
... ¿cómo las aceptas ?
Fuente:
clerus.org
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