Devoción popular a María

Padre Tomás Rodríguez Carbajo 

 

La religiosidad popular tiene tras sí una venerable historia con muy distintas manifestaciones, que expresan de alguna manera su pertenencia a la Iglesia, si bien es verdad que no le faltan en algunos casos ciertos componentes de talante supersticioso o restos de costumbres religiosas sin que hayan sido debidamente purificadas y profundizadas.
Con sus taras de imperfeccionen muchos casos las devociones populares en honor de Maria tienen un profundo sentido religioso y es un medio al alcance que tienen muchas personas para relacionarse con Dios a través de Maria. 
La serie de manifestaciones de la denominada "religiosidad popular" podrá hacerse interminable. En momentos de dificultad o importantes solemos acudir a Dios, a la Virgen o a los Santos. No podemos hacer un juicio idéntico para cada una de ellas ni tampoco equipararlas en todos los que las tienen. 
Para una mejor precisión podemos clasificarlas a tres niveles: 

1.- Prácticas piadosas a nivel personal: 

• Tres Avemarías al levantarse y al acostarse. 
• El Ángelus por la mañana, al mediodía y por la tarde. . Medallas. 
• Estampas en la cartera. 
• Encender velas ante la imagen de la Virgen. 
• Saludar a la Virgen al pasar delante de una imagen. 
• Rezo de un Avemaría al dar el reloj las horas. 
• Visitar un santuario. 
• Acercarse de rodillas a un Santuario. 
• Caminar descalzo detrás de una imagen en una procesión. 
• Los exvotos como prenda de agradecimiento por algún favor recibido. 
• Limosnas en cepillos. 


2.- A nivel familiar: 

Presentación de los niños a la Virgen. 
• Capillas domiciliarias. 
• Imágenes en las casas. 
• Llevar el manto de la Virgen a los enfermos.
• Rosario en familia. 
• Poner el nombre de la Patrona a la niña que acaba de nacer 
• Celebrar las bodas en el santuario de la Patrona.