San Juan Berchmans S.J.

Santiago Venegas Caceres

 

San Juan Berchmans nació el 13 de marzo de 1599 en Diest-Bélgica, que en ese entonces pertenecía a la Corona de España. Amó entrañablemente a la Virgen María. Ella formó parte de sus intensos amores. Entre los muchos sentimientos y propósitos que le dedicó están estos:

“En cuanto a la castidad, nada he sentido, ni parece haber estado nunca mejor por beneficio de la Santísima Virgen”.

“Pediré a la Santísima Virgen aquella modestia de que se vio ella adornada al tratar y hablar”.

“Tú eres la Patrona de la santidad, de la salud, y de mis estudios”.

El Santo hizo el voto de defender la Inmaculada Concepción de María, voto que lo firmó con su sangre:

“Yo Juan Berchmans, hijo muy indigno de la Compañía de Jesús, declaro a Vos y a Vuestro Hijo -que creo y confieso que está aquí presente en el muy augusto sacramento de la Eucaristía- que siempre y para siempre -a menos que la Iglesia no lo juzgue de otra manera- afirmaré y defenderé Vuestra Inmaculada Concepción. En testimonio de lo cual he firmado con mi propia sangre y lo señalo con el sello de la Compañía de Jesús. A 1620. Juan Berchmans I.H.S.”.

Un hermano le pregunta, que le indique el modo de merecerse el patrocinio de María Santísima, a lo que respondió el santo:

“Acudamos llenos de confianza a la Virgen, porque Ella nos ha traído a Dios, y es en cierto modo un acueducto del que fácilmente sacaremos el agua celestial de Cristo a nuestros huertos; es Ella una reina riquísima y generosísima. ¿Qué lugar más seguro que las llagas de Jesús, y los brazos y el regazo de la Reina de los Ángeles?”.

Ya cerca de morir, pronunció estas emotivas frases:

“Protesto querer vivir y morir como verdadero hijo de la Bendita Virgen María... Oh María, no me abandones, porque soy hijo tuyo. Lo sabes, porque lo he jurado. Oh María no me dejes, no pierdas ánimo conmigo. Me amará también en la muerte, ya que me esforcé por amarla en vida. Ah, si tuviese mil corazones, con mil corazones amaría a María... Dadme mis armas: la cruz, la corona del rosario de la Santísima Virgen y las reglas de la Compañía. Estas son mis tres prendas más amadas; con ellas moriré contento”.

El 13 de agosto de 1621, a los 22 años de edad murió santamente. En 1865 fue beatificado por Pío IX, y en 1888 fue canonizado por el Papa León XIII.

Fuente: Reina Señora y Madre. Santiago Venegas Caceres