Cuando desnudan a Jesús

Padre Francisco Escobar Mireles

 

Cuando desnudan a Jesús, María se acuerda que pacientemente y con mucho amor había tejido con sus propias manos la túnica de su Hijo, como Dios había tejido su carne en la rueca de su vientre. ¿Qué sentiría cuando los verdugos se la arrancaron con girones de carne, para avergonzarlo y exponerlo a la burla tal como vino al mundo, y luego se rifaron esa túnica? El vestido nupcial rifado para que lo lleve un delincuente.

No queremos desnudarnos de vanidades y ocasiones de pecado: compañías, fama, ruido, aplausos, comodidades. Ocultamos o disimulamos la verdad que nos cuestiona. Preferimos ser sepulcros blanqueados. ¿Desnudamos o vestimos a quien necesita del calor, defensa y revestimiento de la túnica de Cristo? La túnica de la Iglesia está llena de sangre. Como Jacob, Dios dice: “Es la túnica de mi hijo, una fiera lo ha devorado”.

La alternancia política en el poder, la oposición de las diferentes fuerzas sociales, la tiranía de los medios de comunicación, requieren de nosotros una nueva relación con las instituciones, fortalecer nuestra identidad católica, para convivir con quienes piensan de otra forma. Ante la inconformidad e incertidumbre por los rumbos del país, la Iglesia católica busca libertad para evangelizar, como una fuerza aliada a todo lo bueno y noble.